Consumo responsable: que los objetos no te consuman

La obsolenscencia programada es una forma que inventaron las grandes empresas para garantizarse que la rueda del consumo nunca pare. Significa que desde el proceso de producción hay una intencionalidad de quienes diseñan los productos de que estos tengan una vida útil determinada, al cabo de la cual, no valga reparación, cambio de repuesto, ni enmienda posible y la única salida posible para el consumidor sea comprar algo nuevo.

Bada Bing

La primera industria que se dio cuenta de la potencialidad de hacer productos que caducaran al alcanzar cierto período de tiempo fue la de las bombitas de luz. Por ello, se tomó la decisión de que todos fabriquen lámparas que duraran la misma cantidad de horas.

Las marcas de medias de nylon para las mujeres también encontraron que hacerlas resistentes provocaba que las ventas no se incrementaran y decidieron adherir a la obsolescencia programada. La idea se propagó a tal punto que el mercado sólo ofrece productos de corta vida útil.

El sistema económico funciona gracias a la ingeniería que despliegan la publicidad, la obsolescencia programada y el crédito. Ésta es la maquinaria que hace que la economía no se estanque. El problema se plantea cuando no existe una política adecuada que permita reciclar o reutilizar aquellos productos que son desechados, y estos simplemente se acumulan en vertederos o son enviados a países del Tercer Mundo que son usados como basureros.

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Moda: todo vuelve, reciclado

En moda siempre se dice que «todo vuelve». Se vuelven a usar cosas «sacadas del baúl de la abuela». ¿Cuándo no le pasó a una adolescente que la madre le diga que tuvo el mismo modelo de ropa? Estas ideas tan familiares sobre el comportamiento de las tendencias de esta industria se han convertido en un nuevo impulso ecológico para el diseñadores. Cada vez con más frecuencia ellos encuentran no sólo la inspiración en el pasado, sino también los materiales que sacan del olvido (telas, plásticos, accesorios, etc.) para crear piezas originales y eco-amigables.

Es el caso de Ensamble Carro, efectos portantes que  fabrican sus bolsos, carteras, billeteras, mochilas, a partir de elementos reciclados. Por ejemplo, la diseñadora Silvina Cannito y su socia Guillermina Balsells cuentan que «usamos sacos para hacer mochilas, media sombra para hacer neceseres, arpillera de sacos de café para fundas de dispositivos electrónicos. Nos gusta alterar el orden de los materiales y sacarlos a pasear». Su línea sastre confecciona morrales y carteras a partir de sastrería que ha dejado de estar «a la moda«.

Los materiales los encuentran tras  una «búsqueda intensiva, exploración continua y muchas ganas de subirse al hombro cualquier pieza interesante que surja por ahí», luego frente a las retazos, etiquetas, botones, dejan que la inspiración fluya. Para las diseñadoras de Carro «todos los materiales tienen historia y cuentan algo. Algunos tienen una más larga o interesante que otros, o  tuvieron muchas vidas, o son de segunda o tercera mano ó vírgenes pero de descarte u olvido. Buscamos que los materiales de nuestros productos cuenten una anécdota, hablen de alguna época o de algún lugar lejano. Ese discurso eslo que buscamos preservar pero sin dejar de intervenir ese discurso y aportar lo nuestro».

En Mar del Plata, la diseñadora Marina Gogorza buscó otra forma de hacer moda y ayudar al medioambiente: crea bijouterie a partir de plástico recuperado de botellas y envases. Su propuesta se llama yo no lo tiro. vos no lo tires y tiene su compromiso ecológico ya que «noloTiro recicla este material para generar algo nuevo. Hoy más que nunca tenemos que tomar conciencia de que todo lo que tiramos en algún momento, no muy lejano, nos va a volver a encontrar».

Marina propone a quienes se sumen a su propuesta, retirar por sus casas los envases de shampoo, cremas, detergentes, etc.

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Construcciones ecológicas: la sustentabilidad empieza por casa

Es una gran noticia: el concepto de sustentabilidad ha llegado a la construcción de casas. Significa que desde los materiales para construir las paredes hasta los recursos para hacerlas funcionar todo está pensado para que el efecto negativo sobre el medioambiente sea casi nulo. Éstas formas de construcción ecológica tienen que ver con un trabajo con la tierra similar a una colaboración mutua, recuperando recursos, usando lo que la naturaleza nos provee.

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Las casas sostenibles buscan adaptarse a su entorno, fusionarse en él y vivir en armonía. Son una vuelta de tuerca que nos pone a pensar si la forma de habitar en las grandes ciudades es la mejor posible, si el paisaje de rascacielos, antenas, y hormigón no es una forma de violentar nuestro entorno. En tiempos en que la saturación de las ciudades las lleva al borde del colapso (calles intransitables para autos y peatones, genaración de más basura de la que se puede procesar, polución sonora y smog, entre tantos otros problemas) las alternativas verdes se multiplican. Aquí les contamos algunas.

Casa con botellas: solidaridad reciclada

Ingrid Vaca Diez nació en Warnes, Bolivia, es abogada, administradora de empresas y auditora. Su padre fue intendente de esta ciudad y ella quiso seguir su trabajo ayudando al prójimo. Así ideó el proyecto Viviendas Ecocasas Sociales de Botellas para ayudar a las personas sin techo de su país a tener un hogar digno a bajo costo. Ingrid logró unir dos propósitos nobles en su proyecto ya que construye las paredes con botellas plásticas rellenadas.

                                                                           IngridVacaDiez

Su proyecto es tan revolucionario que trascendió fronteras: ha llegado a Argentina y a Uruguay, donde Ingrid vino a enseñar su técnica y a transmitir su experiencia a otras organizaciones para que la buena obra se multiplique. Por ejemplo, en Uruguay la posta la tomó una ONG que es un grupo multidisciplinario de profesionales y estudiantes de distintas disciplinas llamado Organización Multidisciplinaria para la Integración Social.

                                                                           IngridVacaDiez

Según cuenta su coordinadora la Lic. Patricia Pereira Machado en su página, Casa de Botellas Uruguay  permite  «A través del trabajo conjunto con las familias se logra involucrar a las mismas en el compromiso y esfuerzo de construir su casa de botellas desde un primer momento. Además, se promueve la capacitación de la familia sobre esta técnica constructiva, pudiéndola trasmitir solidariamente a otras personas que se encuentren en situaciones de vulnerabilidad, generando así redes sociales solidarias». El mediambiente agradecido:  se re-utilizan los desechos plásticos y se promueve la clasificación de residuos.

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Jack Johnson: una vida en clave verde

Jack Johnson es promocionado como el cantante  ecológico. Desde Alternativa Verde retomamos su figura  porque nos parece un buen ejemplo de cómo si cada uno de nosotros adoptamos ciertas costumbres logramos repercusiones más que positivas para nuestro entorno -empezando por el medioambiente pero también  mejorando la calidad de vida de las personas con las que vivimos cotidianamente: familiares, vecinos, y ya que estamos nos ponemos ambiciosos, de las generaciones venideras.

En sus giras, Johnson ideó la forma de reducir el consumo de botellas plásticas reemplazando el uso de las mismas por puestos de hidratación donde el agua, previamente filtrada  y repartida desde el grifo, se sirve a los fans y al equipo en los propios envases reutilizables que cada uno lleva a los recitales. Así evitan usar 55ooo botellas que de otra forma terminan en el vertedero.

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Una comunidad ecológica que nació en el año 1500

Alguna vez Matías Callone (blogger creador de Vision Beta y 101lugaresincreibles) definió su capacidad de hurgar en el ciberespacio encontrando historias originales y lugares remotos como la cualidad que lo vuelve un bloguero distinto. Seguramente en eso andaba cuando encontró la historia de un cervatillo huérfano que es amamantado por una mujer hindú de a una comunidad ecológica ancestral.

Tirando del piolín de esa pequeña historia hecha imagen, Matías desenmarañó el ovillo de una más grande y más cautivante que es la de los Bishnois y me propuso que lo contáramos en una nota para 101viajesincreibles.La historia es tan apropiada para este blog que me tomo el atrevimiento de compartir el link con ustedes:

una comunidad ecologista desde hace siglos

Aquí les dejo los 29 principios fundantes de los Bishnois:

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1. Mantener a las mujeres y a los recién nacidos aislados durante 30 días después del nacimiento. Para evitar los riesgos de infección para la madre y el bebé, y obligar a la mujer a descansar.

2. Mantener a las mujeres aisladas de la actividad comunitaria durante los 5 primeros días de sus reglas. Para obligarles a descansar y para evitar las infecciones dado el bajo nivel de higiene en la India rural en la época de Jambho Ji, e incluso hoy en día.

3. Bañarse todos los días 4. Un espíritu limpio en un cuerpo limpio.

5. Meditar dos veces al día cuando el día y la noche se separan, es decir, por la mañana y por la tarde.

6. Cantar todas las tardes la gloria de Dios.

7. Dar ofrendas a los fuegos sagrados con el corazón lleno de sentimientos de bondad, de amor y devoción.

8. Limpiar cuidadosamente el combustible (la madera). Se limpia la madera para no quemar los insectos durante la combustión. La madera utilizada proviene de árboles muertos o caídos.

9. Pensar antes de hablar.

10. Perdonar.

11. Tener compasión.

12. No robar.

13. No insultar ni condenar a nadie.

14. No mentir.

15. No oprobiar.

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16. Ayunar y meditar las noches sin luna.

17. Recitar el nombre santo de Vishnu.

18. Compadecerse de todos los seres vivos.

19. No derrumbar árboles verdes (que no han muerto)

20. Luchar contra las pasiones. como ser la codicia, la irritación, la ira, la envidia, la avaricia y el apego.

21. Cocinar, o consumir la comida de personas de otras comunidades, con el corazón puro.

22. Impedir que sacrifiquen a las cabras y ovejas dándoles cobijo común (Thhat)

23. No castrar a los toros. Los bishnois cuidan de los bovinos como si fueran miembros de su familia y se niegan a realizar cualquier acto cruel hacia ellos.

24. No consumir o cultivar opio ni sus derivados.

25. No consumir o cultivar tabaco.

26. No consumir o cultivar cannabis.

27. No consumir  bebidas alcohólicas.

28. No consumir comidas con carne o no-vegetarianos en pos de proteger a los animales y porque creen que los humanos nacieron para ser herbívoros.

29. No utilizar ropa teñida en azul. En la antigua India, este color se obtenía gracias a un árbol salvaje, el índigo, y también es el color de la muerte. El gurú prohibió este color para proteger a los árboles. Da la casualidad que el color índigo es peligroso para la salud ya que en vez de reflejar los ultravioletas, los absorbe. 

Las empresas que se suman a restar packaging

A veces me pregunto si soy la única maniática que siente culpa al tirar una fuente de plástico que usó sólo una vez para el almuerzo en la oficina o al llegar de hacer las compras, encontrar que la mitad de los envoltorios de los productos van directo a la basura. Me encuentro añorando las épocas en que todos iban al almacén con su bolsa de compras o changuito  en vez de recurrir a las bolsas de nylon que se rompen al primer uso, en que las galletitas venían en lata y no hacía falta cautivar al consumidor con packaging vistoso y novedoso sino, simplemente, con calidad.

Clyde Robinson

Al escuchar iniciativas de empresas que empiezan a pensar cómo reducir la cantidad de packaging, me doy cuenta que no soy la única fanática. Marcas como Puma han ideado, junto con el diseñador industrial Yves Béhar, un envoltorio que  ahorra 65% de cartón. También decidieron eliminar el laminado para facilitar el reciclaje y el papel de seda que normalmente envuelve al calzado. Otra decisión importantísima: dejará de usar bolsas de plástico y comenzará a utilizar un envoltorio creado con PET reciclado.

Marcas de agua mineral, como Eco de los Andes, también han comenzado a reducir la cantidad de PET de sus botellas para que el tiempo que tardan en biodegradarse sea menor al actual. En la misma línea, Pepsico ideó una botella 100% reciclable con material vegetal: corteza de pinos y hojas de maíz- más adelante utilizarán también cáscaras de naranja, papa, avena, etc. De ésta manera se marca una tendencia de las grandes firmas que buscan reducir la huella negativa que genera el packaging en el ambiente.

Carlos Martinez

Otros se han propuesto eliminar por completo la huella contaminante, buscando la forma de no utilizar packaging en absoluto. Es el caso de In.gridients, una tienda de comida en Austin (Texas- USA) que empezará a funcionar en los próximos meses y cuya propuesta será que los clientes lleven sus propios envases para comprar los productos a granel. En caso de tener a mano un recipiente propio, la compañía les proporcionará packaging biodegradable a sus clientes.

En Italia la cadena de supermercados  Eataly comenzó hace tiempo a comercializar al menos 40%  de productos locales, para reducir la contaminación que genera el transporte, además de vender el vino y otros productos a granel y con packaging reutilizable. En Londres, desde 2006 también existe un pionero en este movimiento «anti packaging«, el almacén Unpackaged.

En Argentina, existen muchas tiendas que venden a granel (las famosas «todo suelto«) que permiten abaratar el costo porque no tienen packaging, pero aún es poco ecológico porque vienen fraccionados en bolsas de nylon.  Una buena idea sería que comenzaran a incentivar a sus clientes a llevar sus propios frascos para llevar los cereales, especias y demás productos. Una buena costumbre puede ser comenzar a comprar en las ferias de productores independientes más cercanas a nuestro barrio, haciendo que la polución por el transporte y también el packaging (in) necesario para traer la mercadería de lejos sea cada vez menor.

Finalmente, pareciera ser que aquellas costumbres de compra que se tenían hace dos décadas atrás estuvieran volviendo a vivir con un propósito renovado: contribuir a no ensuciar tanto. Acaso, ¿todo tiempo pasado fue mejor?

Vía Yorokobu