«Buen pastor, una fuga de mujeres», un documental que reconstruye la memoria

Me tomo la licencia de correrme un poco de nuestro eje, la ecología, para traerles una historia que ocurrió en Argentina en los años 70 pero que puede haber ocurrido de forma similar en muchos países latinoamericanos. Eran épocas en que Isabel Martinez de Perón era el rostro del gobierno y en que la sociedad ya bullía de ideales que empezaban a contrariar a los poderes económicos de turno. Tanto que se encaró una cruzada contra quienes tildaron de «subversivos».

Subversivos eran los hombres y mujeres con convicciones políticas distintas, que creían en el poder de la clase trabajadora para cambiar la realidad  y convertirla en una situación más justa para todos. Corría el año 1975 en Córdoba y algunas militantes habían sido puestas presas por defender sus principios en la Cárcel del Buen Pastor.

Ante la injusticia de la situación, distintos grupos políticos partidarios de la época coordinaron una fuga para lograr la libertad de las presas políticas. Este episodio ha sido silenciado en la historia política reciente de Córdoba porque supo dejar en ridículo a las fuerzas de represión que se vieron burladas y que despertó un escándalo para la Córdoba conservadora,

De la reconstrucción de la memoria sobre este hecho trata el documental «Buen Pastor, una fuga de mujeres», que se estrenó en 2010 pero que llegó hace unas semanas a Buenos Aires y pronto lo hará en La Plata.

Digo «reconstrucción» porque  el 4 de agosto de 2007 el gobierno de José Manuel De la Sota inauguró el Paseo del Buen Pastor, un complejo comercial, gastronómico y recreativo en este sitio donde la historia tuvo lugar. Hacer locales allí era un gesto que parecía decir que lo acontecido no tuviera importancia, como si las paredes no guardaran testimonio y no merecieran conservarse como un símbolo de «nunca más».

Este documental rescata la historia de 26 mujeres, guerrilleras, presas, y fugadas. Revolucionarias, madres, estudiantes, trabajadoras y militantes. Combativas y luchadoras. Un testimonio que vuelve a poner a la luz y los ojos de todos el rol de las mujeres en la dictura. Por todo esto, me contacté con Viviana Inés García, Co-Productora Ejecutiva, quien trabajó también en la investigación y archivos, cámara y foto fija.

Vivi cuenta que esta «es una historia que escuché desde que era niña pero que la sociedad cordobesa no conocía o no recordaba. Mi interés fue dar a conocer a estas mujeres que sentí nombrar reiteradamente y que fueron para mí, un ejemplo a seguir. Mujeres que soñaban con un país hermoso, corajudas, militantes, solidarias, comprometidas, en fin, revolucionarias. Y que hasta el día de hoy siguen pensando y luchando como hace varios años atrás». La idea con el documental fue «rendirle un pequeño homenaje a esas 9 desaparecidas, a esas 26 fugadas y en especial a una de ellas, a mi madre», remarca.

 

Buen Pastor... nace del trabajo en conjunto de Mariana Tello, quien llevaba adelante su investigación para la tesis de maestría en antropología y Viviana que hacía tiempo venía interesada en realizar un documental sobre la fuga del buen pastor.

 

El proceso de filmación fue muy largo. La primera entrevista se hizo en 2.003 y el día del estreno fue en 2.010. Ocho años llevó todo el proceso de investigación, rodaje y edición. En el medio, Mariana se fue a vivir a España y Vivi siguió almacenando algunos acontecimientos claves, como la visita de una ex presa política a Córdoba que regresaba luego de muchos años.

Mientras Buen Pastor, una fuga de mujeres seguía su proceso de gestación, se comenzó a derrumbar el edificio. «Lo iban derrumbando, lo iban desapareciendo», recuerda Vivi. El tiempo siguió su curso y «las mismas ex presas políticas comenzaron a incorporarse al trabajo pero ya no como entrevistadas solamente sino como parte del equipo, buscando financiamiento y determinando también que ejes querían para este documental». En el tramo final, la productora el Calefón se suma  al proyecto y se logra de esta manera seguir y terminar el proyecto audiovisual.                       

El resultado es una pieza más del rompecabezas del pasado reciente que, desde hace muy pocos años, los argentinos nos animamos a empezar a armar. Que estas historias no queden sin contar, que cada vez seamos  más capaces de escucharlas, no tiene que ver con compartir ideologías sino con un grado de maduración como sociedad que, al enfrentarse a sus sombras, las supera y mejora.

Habla de ciudadanos que se animan  a mirar a los ojos a un período turbio y sangriento perdiéndole el miedo y  entendiendo -proclamando- que algo así no debe volver a pasar. Espero, sinceramente, que todos los países del mundo seamos capaces de reflexionar sobre los errores históricos y de hacer el mejor esfuerzo por no volver a repetirlos.

Si les interesó, aprovechen a ver el documental en Buenos Aires en Av. Corrientes 1543 el 31 de mayo a las 19.30. Hoy 24 a las 19 horas en la función especial por el aniversario de la fuga, con la presencia de los realizadores y ex presas políticas del Buen Pastor.La cita será en la Casa del Bicentenario, Riobamba 985. En La Plata pueden consultar las funciones en La Plata Go.

Aquí les dejo el trailler:

Yarn bombing: graffitis ecológicos, estallidos de color tejidos al crochet en la ciudad

El domingo a la mañana volví después de bastante tiempo a correr por los Bosques de Palermo. Casi sin haberlo planeado, hice 10 kilómetros junto a otros miles de runners en una mañana de sol impecable.

Ahí iba yo, intentando disfrutar del paisaje para no pensar en que aún me quedaba un largo trecho por trotar, pensando en disfrutar de estar al aire libre para no perder la respiración ni sentir el esfuerzo de mis piernas, cuando ví al árbol más producido de todo el Bosque, tan colorido y orgulloso con su atuendo hecho al crochet, que me alegró la vista. Terminé la carrera en un tiempo decente y no pensé más en el asunto.

Cada vez estoy más convencida de que no hay tal cosa como las coincidencias, pero la cuestión es que al otro día fue abrir el Facebook y encontrarme con una nota de BA Street Art sobre la mismísima creadora de esa obra de arte y color que había visto durante la carrera. Así me enteré que la artesana que adorna árboles y postes y todo lo que cruce a su paso con hilos fucsisas, verdes, amarillos, se llama Licia Santuz. Ella define su trabajo como «graffiti con lana» y es la primera persona que hace yarn bomber en Buenos Aires.

Sí, me pregunté lo mismo ¿yarn qué? Yarn bombing también conocida como guerrilla knitting, urban knitting or graffiti knitting. Tantos nombres (menos uno en español, aclaro) para llamar a este tipo de graffiti o arte callejero que emplea colores vivos tejidos o al crochet en vez de usar pintura o tiza. Una bella forma de intervenir el espacio urbano, a veces demasiado árido y triste.

Licia es una artista plástica que vino desde el norte de Italia, de un lugar llamado Treviso. Hace quince años que está en el país y no hace tanto que sintió la súbita necesidad de tomar sus agujas y tejer y tejer después de ver un programa donde se mostraba a exponentes del yarn bombing. Su primera intervención fue en 2009 en los Bosques de Palermo donde vistió a un jacarandá un poco desteñido por el invierno.

En resumidas cuentas, sus obras comenzaron a despegar cuando las hijas de Licia convencieron al gerente del Cafe Voltaire, donde trabajaban, de que dejara que su madre decorara el poste de luz de la vereda. ¿Quién no querría ese estallido de color y alegría cerca? Un vecino no tardó en pedirle que le hiciera una frente a su casa. Y otro. Y otro.

Estos graffitis ecológicos están por los barrios más transitados de Buenos Aires, tomá nota: Palermo, Colegiales, Villa Crespo y Caballito. No hará falta que vayas con los ojos muy abiertos porque sus colores te llamarán la atención aunque no quieras.

Esta práctica artística aprovecha lo que tenemos para hacerlo resaltar y dar un toque curioso y personal en donde no esperamos nada distinto. En el proceso creativo no interviene ningún tóxico, no se dañan árboles, simplemente son unos hilos alegres dibujando formas atrevidas en los sitios más comunes de las ciudades del mundo. Una locura linda que empezó cuando Magda Sayeg, de Texas, fundó el movimiento yarn bombing al tejer un «vestidito» de lana para la manija de su puerta en Houston, allá por 2005.

Parece que el mundo nos pide colores porque esta tendencia se multiplica. ¿Agarramos las agujas y empezamos?

Por favor, leé todo lo que Licia tiene que contarte en la nota de BA Street Art! Todas las fotos son de propiedad de Licia Santuz. Si querés conocer a Licia, buscala en su página de Facebook Knitting Buenos Aires