Las empresas que se suman a restar packaging

A veces me pregunto si soy la única maniática que siente culpa al tirar una fuente de plástico que usó sólo una vez para el almuerzo en la oficina o al llegar de hacer las compras, encontrar que la mitad de los envoltorios de los productos van directo a la basura. Me encuentro añorando las épocas en que todos iban al almacén con su bolsa de compras o changuito  en vez de recurrir a las bolsas de nylon que se rompen al primer uso, en que las galletitas venían en lata y no hacía falta cautivar al consumidor con packaging vistoso y novedoso sino, simplemente, con calidad.

Clyde Robinson

Al escuchar iniciativas de empresas que empiezan a pensar cómo reducir la cantidad de packaging, me doy cuenta que no soy la única fanática. Marcas como Puma han ideado, junto con el diseñador industrial Yves Béhar, un envoltorio que  ahorra 65% de cartón. También decidieron eliminar el laminado para facilitar el reciclaje y el papel de seda que normalmente envuelve al calzado. Otra decisión importantísima: dejará de usar bolsas de plástico y comenzará a utilizar un envoltorio creado con PET reciclado.

Marcas de agua mineral, como Eco de los Andes, también han comenzado a reducir la cantidad de PET de sus botellas para que el tiempo que tardan en biodegradarse sea menor al actual. En la misma línea, Pepsico ideó una botella 100% reciclable con material vegetal: corteza de pinos y hojas de maíz- más adelante utilizarán también cáscaras de naranja, papa, avena, etc. De ésta manera se marca una tendencia de las grandes firmas que buscan reducir la huella negativa que genera el packaging en el ambiente.

Carlos Martinez

Otros se han propuesto eliminar por completo la huella contaminante, buscando la forma de no utilizar packaging en absoluto. Es el caso de In.gridients, una tienda de comida en Austin (Texas- USA) que empezará a funcionar en los próximos meses y cuya propuesta será que los clientes lleven sus propios envases para comprar los productos a granel. En caso de tener a mano un recipiente propio, la compañía les proporcionará packaging biodegradable a sus clientes.

En Italia la cadena de supermercados  Eataly comenzó hace tiempo a comercializar al menos 40%  de productos locales, para reducir la contaminación que genera el transporte, además de vender el vino y otros productos a granel y con packaging reutilizable. En Londres, desde 2006 también existe un pionero en este movimiento «anti packaging«, el almacén Unpackaged.

En Argentina, existen muchas tiendas que venden a granel (las famosas «todo suelto«) que permiten abaratar el costo porque no tienen packaging, pero aún es poco ecológico porque vienen fraccionados en bolsas de nylon.  Una buena idea sería que comenzaran a incentivar a sus clientes a llevar sus propios frascos para llevar los cereales, especias y demás productos. Una buena costumbre puede ser comenzar a comprar en las ferias de productores independientes más cercanas a nuestro barrio, haciendo que la polución por el transporte y también el packaging (in) necesario para traer la mercadería de lejos sea cada vez menor.

Finalmente, pareciera ser que aquellas costumbres de compra que se tenían hace dos décadas atrás estuvieran volviendo a vivir con un propósito renovado: contribuir a no ensuciar tanto. Acaso, ¿todo tiempo pasado fue mejor?

Vía Yorokobu