A mis 17 años leí una nota en la revista Rolling Stone que me conmovió profundamente: una chica estadounidense estaba viviendo sola en la copa de una secuoya, a 60 metros de altura, porque esta era la única manera de impedir que una compañía maderera derribara a éste y otros árboles milenarios que había en el Condado de Humboldt, California.
La foto de esa veinteañera abrazando al árbol, para mí, era todo un símbolo de compromiso con la Madre Tierra. Su imagen estuvo mucho tiempo colgada en mi habitación, y siempre la guardé porque la consideré un estandarte de todo en lo que creía. Hasta el día de hoy, 12 años después, tengo la nota conmigo y me ayuda a ilustrar esta nota.
Esa chica que estuvo 738 días compartiendo su vida con Luna, la secuoya milenaria, se llama Julia Butterfly Hill y hoy tiene 37 años. Por estas maravillas del ciberespacio hace poco encontré su página en Facebook y la contacté. En esta entrada les comparto algunos pensamientos exclusivos para Alternativa Verde que ella nos compartió, a pesar de su ocupada agenda.