Sabe la Tierra, el mercado sustentable de San Fernando

Estoy segura que después de leer la entrevista a Angie Ferrazini te quedaste con muchas ganas de ver cómo es ese mercado que creó. Por eso, y gracias a las fotos de Cecilia Aiscurri, los invito a conocer Sabe la Tierra.

Yo he ido y les puedo decir que pasear por Sabe la Tierra es mucho más que caminar por los andenes de una estación de tren convertidos en un mercado sustentable.  Es un deleite sólo ver las verduras y frutas, que son más grandes y coloridas, o sentarse a degustar la comida deliciosa y sana, y elegir qué comprar en los puestos se hace difícil porque cada uno es un estallido de colores e ideas originales.

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Mascotas go green: ideas ecológicas para perros y gatos

En América Latina, el consumo de productos para la alimentación y el cuidado de las mascotas creció 44% en los últimos cinco años, según la compañía especialista en estudios de mercado Euromonitor.

El continente ha tenido el papel preponderante  en el mercado global del cuidado de las mascotas, Brasil a la cabeza. La tendencia está ligada al florecimiento de una clase media mucho más grande que impulsa las compras en este sector. Mientras tanto, Europa y Estados Unidos se caracterizan por tener un mercado ya establecido para los accesorios de las mascotas.

En este sentido, Argentina es el país de América Latina con más mascotas en hogares. Una encuesta reciente reveló que 78% de los argentinos tiene mascotas en su casa, de las cuales 63% son perros y 26% gatos. En todos, los animales son un miembro más de la familia.

En Argentina hay 9 millones de perros y 3 millones de gatos. Siguen  Chile (71%), México (54%), Brasil (44%) y Colombia (35%).

Algo muy positivo que ha relevado la encuesta es que en Argentina la gente prefiere adoptar a un callejero que comprar mascotas de raza.

Siendo cada vez más importante su presencia en las ciudades, y considerando el valor que las mascotas tienen en la vida de las personas, ha llegado el momento de empezar a considerar el impacto que tienen sus vidas en el medioambiente.

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Día mundial sin autos: ciudades más ecológicas

Si vives en una gran ciudad, alguna vez te habrá pasado querer llegar a destino (llámase trabajo, reunión, trámite) y quedar varado en medio de una marea de coches que avanza a paso de hombre.

Las bondades de los coches terminan en pesadilla porque las urbes se saturan y transitar se vuelve misión imposible. Hoy, 22 de septiembre, se celebra el día mundial sin autos. La iniciativa nació en los años noventa en Europa para poner sobre el tapete la problemática de la movilidad en las ciudades y también las consecuencias a nivel ambiental que genera el abuso del uso de los coches.

Desde Alternativa Verde nos sumamos a pensar las soluciones para que moverse en las ciudades vuelva a ser algo sencillo y ecológico. Debemos repensar si la comodidad de manejarse en auto no es demasiado poco para pagar el alto precio de enfermedades derivadas de la polución y el sedentarismo. El reinado de los automóviles por 50 años ya ha sido suficiente.

Bicicletas: la solución en dos ruedas

Yuri de Castro

Sin dudas, el medio de transporte más amigable con el planeta es la bicicleta. El estado de saturación vehicular ha hecho que en los últimos años cada vez en más lugares del mundo se instalen servicios de bicicletas públicas que permiten registrarse y tomar prestada una para andar de un punto a otro, pudiendo devolverla en cualquiera de las distintas estaciones habilitadas.

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Agua y Aceite: una relación peligrosa

Puede pasar que tengamos costumbres que, sin saberlo, afectan al medio ambiente. Por ejemplo, una de ellas es, luego de usar aceite para freír alguna comida verterlo por la cañería pensando que ésa es la única manera de deshacernos de ésta sustancia. Tal vez muchos no sepan que al tirar el aceite por el desagüe se está contaminando: 1 litro de aceite contamina 1000 litros de agua.

Sólo una pequeña parte de los aceites son biodegradables por eso al volver al  ambiente natural pueden implicar un riesgo para el ecosistema. Para nombrar sólo algunas desventajas de no tratar el aceite vegetal usado (AVU):

  • al entrar los aceites usados en  cualquier  ecosistema acuático no sólo se contaminan los ríos sino que también se reduce la cantidad de oxigeno de la fauna y flora lo que puede derivar en la mortandad de los mismos,
  • los costos de potabilización del agua son más costosos,
  • muchas inundaciones en casas y calles se producen por que el AVU tapa los caños y cloacas.

Por suerte, todos estos efectos negativos pueden evitarse ya que el Aceite Vegetal Usado puede ser reciclado y transformado en una combustible ecológico: el BioDiesel. Con 1,25 litros de aceite usado se produce 1 litro de éste combustible sustentable que es una opción al fósil, que es más contaminante y, además, está comenzando a escasear.

En muchas ciudades y pueblos de todo el mundo ya existen iniciativas privadas y públicas que se encargan de recolectar el AVU y llevarlo hasta los centros de acopio donde es transformado en Biodiesel.

En La Matanza, Provincia de Buenos Aires, el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS)  junto al Municipio, y sus redes sociales, implementaron la primera red de recolección y reciclado de Aceite Vegetal Usado (AVU). Con el fin de evitar que el aceite vegetal que utilizamos en nuestros hogares sea vertido en las cloacas crearon el Programa de Biodiesel Social que además de ayudar a cuidar nuestros recursos permitió crear fuentes de trabajo para las organizaciones locales que participen de esta red, recibiendo el beneficio económico que se genere por la transformación de este residuo.

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La vida es juego: juguetes ecológicos

Hay dos cosas ciertas: cuando uno es pequeño aprende más rápido jugando y lo que se aprende siendo niño nos acompaña toda la vida. Es por eso que es importante transmitir los valores del cuidado al medioambiente, de los recursos naturales y el respeto a la Naturaleza a los niños desde su más tierna edad.

Mr Whisper

Esto sumado a la creciente necesidad de buscar un sistema de producción que reduzca  el impacto negativo sobre la ecología (que no genere desechos que no puedan ser tratados, que optimice el uso de energías y agua) hace que la industria del juguete esté volcándose a maneras sostenibles de fabricación. En Japón, según este informe de la BBC, el sector espera repuntar de la mano de los juguetes eco amigables, si bien es sólo un caso ya que la tendencia es global.

En esta entrada se hace un repaso por algunas empresas y emprendimientos de diferentes países que fabrican de modo ecológico o que venden juguetes que ayudan a crear hábitos sustentables. Por supuesto, estos son sólo algunos ejemplos, estoy segura que pueden encontrar hermosos juguetes ecológicos en las ferias de artesanos más cercanas a sus hogares. Esta es sólo una invitación a que los descubran:

Little dreams es un emprendimiento argentino reciente de juguetes para el Alma basados en Pedagogía Waldorf. Están hechos de materiales naturales como maderas recuperadas de ciprés, cedro, lenga. Las muñecas, duendes y dormilones son rellenos de lana pura de oveja y fibras naturales.

Ambos de Little Dreams

Ecotoys es una compañía argentina de raíces alemanas que busca “proporcionar diversión a los chicos a través de juguetes fabricados con elementos ecológicos, funcionales y seguros; teniendo en cuenta la sustentabilidad del medio ambiente”.

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Energía solar: la opción verde que llegó para quedarse

Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), en los próximos 20 años el consumo mundial energético aumentará en casi 40 por ciento. Abastecer a la población mundial hasta 2035 implicará la inversión de 33 billones de dólares en infraestructura de abastecimiento de energía. Las formas que se utilizan hasta hoy para producir energía (el combustible fósil y la energía nuclear), ya sea por agotamiento de recursos, por la contaminación que generan o por su peligrosidad, necesitan con urgencia ser reemplazadas .

Tom Chance

Frente a este panorama la energía solar toma cada vez más protagonismo como una de las alternativas verdes más provechosas. Sus beneficios son muchos:

  • es renovable y prácticamente inagotable,
  • cuida el medioambiente porque disminuye el efecto invernadero;
  • es limpia porque no emite CO2;
  • favorece a frenar el cambio climático;
  • es económica

El sector privado está mirando cada vez con mejores ojos a la energía solar como una plataforma sobre la que hacer negocios más que rentables, por ejemplo la industria tecnológica y la arquitectura. La proyección es prometedora: se espera que en diez años la energía solar iguale los precios de la energía fósil.

El sector público también está volcándose a las energías renovables, en especial a la solar: China encabezó la lista de países que más invirtieron en ella en 2010; en Europa, Alemania e Italia son los que van a la vanguardia. En este Continente, un buen dato es que el precio de los paneles fotovoltaicos ha bajado 60 por ciento respecto de los valores de 2008.

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Consumo responsable: que los objetos no te consuman

La obsolenscencia programada es una forma que inventaron las grandes empresas para garantizarse que la rueda del consumo nunca pare. Significa que desde el proceso de producción hay una intencionalidad de quienes diseñan los productos de que estos tengan una vida útil determinada, al cabo de la cual, no valga reparación, cambio de repuesto, ni enmienda posible y la única salida posible para el consumidor sea comprar algo nuevo.

Bada Bing

La primera industria que se dio cuenta de la potencialidad de hacer productos que caducaran al alcanzar cierto período de tiempo fue la de las bombitas de luz. Por ello, se tomó la decisión de que todos fabriquen lámparas que duraran la misma cantidad de horas.

Las marcas de medias de nylon para las mujeres también encontraron que hacerlas resistentes provocaba que las ventas no se incrementaran y decidieron adherir a la obsolescencia programada. La idea se propagó a tal punto que el mercado sólo ofrece productos de corta vida útil.

El sistema económico funciona gracias a la ingeniería que despliegan la publicidad, la obsolescencia programada y el crédito. Ésta es la maquinaria que hace que la economía no se estanque. El problema se plantea cuando no existe una política adecuada que permita reciclar o reutilizar aquellos productos que son desechados, y estos simplemente se acumulan en vertederos o son enviados a países del Tercer Mundo que son usados como basureros.

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Moda: todo vuelve, reciclado

En moda siempre se dice que «todo vuelve». Se vuelven a usar cosas «sacadas del baúl de la abuela». ¿Cuándo no le pasó a una adolescente que la madre le diga que tuvo el mismo modelo de ropa? Estas ideas tan familiares sobre el comportamiento de las tendencias de esta industria se han convertido en un nuevo impulso ecológico para el diseñadores. Cada vez con más frecuencia ellos encuentran no sólo la inspiración en el pasado, sino también los materiales que sacan del olvido (telas, plásticos, accesorios, etc.) para crear piezas originales y eco-amigables.

Es el caso de Ensamble Carro, efectos portantes que  fabrican sus bolsos, carteras, billeteras, mochilas, a partir de elementos reciclados. Por ejemplo, la diseñadora Silvina Cannito y su socia Guillermina Balsells cuentan que «usamos sacos para hacer mochilas, media sombra para hacer neceseres, arpillera de sacos de café para fundas de dispositivos electrónicos. Nos gusta alterar el orden de los materiales y sacarlos a pasear». Su línea sastre confecciona morrales y carteras a partir de sastrería que ha dejado de estar «a la moda«.

Los materiales los encuentran tras  una «búsqueda intensiva, exploración continua y muchas ganas de subirse al hombro cualquier pieza interesante que surja por ahí», luego frente a las retazos, etiquetas, botones, dejan que la inspiración fluya. Para las diseñadoras de Carro «todos los materiales tienen historia y cuentan algo. Algunos tienen una más larga o interesante que otros, o  tuvieron muchas vidas, o son de segunda o tercera mano ó vírgenes pero de descarte u olvido. Buscamos que los materiales de nuestros productos cuenten una anécdota, hablen de alguna época o de algún lugar lejano. Ese discurso eslo que buscamos preservar pero sin dejar de intervenir ese discurso y aportar lo nuestro».

En Mar del Plata, la diseñadora Marina Gogorza buscó otra forma de hacer moda y ayudar al medioambiente: crea bijouterie a partir de plástico recuperado de botellas y envases. Su propuesta se llama yo no lo tiro. vos no lo tires y tiene su compromiso ecológico ya que «noloTiro recicla este material para generar algo nuevo. Hoy más que nunca tenemos que tomar conciencia de que todo lo que tiramos en algún momento, no muy lejano, nos va a volver a encontrar».

Marina propone a quienes se sumen a su propuesta, retirar por sus casas los envases de shampoo, cremas, detergentes, etc.

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Las empresas que se suman a restar packaging

A veces me pregunto si soy la única maniática que siente culpa al tirar una fuente de plástico que usó sólo una vez para el almuerzo en la oficina o al llegar de hacer las compras, encontrar que la mitad de los envoltorios de los productos van directo a la basura. Me encuentro añorando las épocas en que todos iban al almacén con su bolsa de compras o changuito  en vez de recurrir a las bolsas de nylon que se rompen al primer uso, en que las galletitas venían en lata y no hacía falta cautivar al consumidor con packaging vistoso y novedoso sino, simplemente, con calidad.

Clyde Robinson

Al escuchar iniciativas de empresas que empiezan a pensar cómo reducir la cantidad de packaging, me doy cuenta que no soy la única fanática. Marcas como Puma han ideado, junto con el diseñador industrial Yves Béhar, un envoltorio que  ahorra 65% de cartón. También decidieron eliminar el laminado para facilitar el reciclaje y el papel de seda que normalmente envuelve al calzado. Otra decisión importantísima: dejará de usar bolsas de plástico y comenzará a utilizar un envoltorio creado con PET reciclado.

Marcas de agua mineral, como Eco de los Andes, también han comenzado a reducir la cantidad de PET de sus botellas para que el tiempo que tardan en biodegradarse sea menor al actual. En la misma línea, Pepsico ideó una botella 100% reciclable con material vegetal: corteza de pinos y hojas de maíz- más adelante utilizarán también cáscaras de naranja, papa, avena, etc. De ésta manera se marca una tendencia de las grandes firmas que buscan reducir la huella negativa que genera el packaging en el ambiente.

Carlos Martinez

Otros se han propuesto eliminar por completo la huella contaminante, buscando la forma de no utilizar packaging en absoluto. Es el caso de In.gridients, una tienda de comida en Austin (Texas- USA) que empezará a funcionar en los próximos meses y cuya propuesta será que los clientes lleven sus propios envases para comprar los productos a granel. En caso de tener a mano un recipiente propio, la compañía les proporcionará packaging biodegradable a sus clientes.

En Italia la cadena de supermercados  Eataly comenzó hace tiempo a comercializar al menos 40%  de productos locales, para reducir la contaminación que genera el transporte, además de vender el vino y otros productos a granel y con packaging reutilizable. En Londres, desde 2006 también existe un pionero en este movimiento «anti packaging«, el almacén Unpackaged.

En Argentina, existen muchas tiendas que venden a granel (las famosas «todo suelto«) que permiten abaratar el costo porque no tienen packaging, pero aún es poco ecológico porque vienen fraccionados en bolsas de nylon.  Una buena idea sería que comenzaran a incentivar a sus clientes a llevar sus propios frascos para llevar los cereales, especias y demás productos. Una buena costumbre puede ser comenzar a comprar en las ferias de productores independientes más cercanas a nuestro barrio, haciendo que la polución por el transporte y también el packaging (in) necesario para traer la mercadería de lejos sea cada vez menor.

Finalmente, pareciera ser que aquellas costumbres de compra que se tenían hace dos décadas atrás estuvieran volviendo a vivir con un propósito renovado: contribuir a no ensuciar tanto. Acaso, ¿todo tiempo pasado fue mejor?

Vía Yorokobu

Toallas de tela y copas de luna: vivir el período al natural

Cuando las acciones de todos los días se vuelven hábitos, empezamos a creer que lo natural es que las cosas sean como son. Para muchas mujeres que crecimos con las comodidades de las toallas femeninas desechables y los tampones, hoy nos parecen prácticas e higiénicas. Poniendo esta conducta bajo la lupa, encontramos que estos productos no son los únicos que podemos usar durante nuestro período y que existen otras opciones más sanas para nuestro cuerpo y el planeta.

Aran Zazu

Se calcula que cada mujer utiliza entre 10.000 y 16.000 tampones o toallas en su vida fértil. Multipliquemos por la población femenina mundial y encontraremos que el impacto que tenemos sobre el medioambiente, a falta de una política de reciclado efectiva, es gigantesco. Esta industria es altamente contaminante desde su producción puesto que implica la utilización de productos químicos que vuelven sin ser tratados a las napas hasta sus componentes, como el plástico, que tarda 500 años en desintegrarse.

Las alternativas

El mercado, que tiene como slogan «28 días con vos», invisibiliza las opciones más ecológicas y mejores para nuestro cuerpo. La copa es una forma de vivir nuestra menstruación de una manera natural y ecológica. Se trata de una pequeña ‘copa’ de silicona reutilizable que se introduce en la vagina y, en lugar de absorber la menstruación (como hacen los tampones), la ‘recoge’, sin causar ningún tipo de pérdidas y respetando el entorno vaginal.

 

Zane Selvans

Existen tres tamaños de copas: para menores de 30 años que no hayan tenido hijos, para mayores de 30 o madres y otra para adolescentes. Durante el día se recomienda vaciarla tres o cuatro veces y sólo con un enjuague se puede volver a colocar. Las primeras marcas en fabricarlas fueron MoonCup, Divacup, Lunette. En España, ya hay marca nacional y se llama Naturcup y se consiguen por 30 euros aproximademente.

Las clásicas toallas de tela que utilizaban nuestras madres son una de ellas, están confeccionadas con la fibra que nace de un capullo, ¿qué puede ser más natural para estar en contacto con la piel?

Existen muchos microemprendimientos que ponen a nuestro alcance  estas compresas, garantizando óptima absorción, delgadez y diseños originales. Lo bueno es que si se las cuida pueden durar hasta cinco años. Se lavan con jabón neutro, el agua con la que se lava puede usarse para regar nuestro jardín. Y no generan mal olor como las industriales.

Los beneficios empiezan en nuestro cuerpo puesto que al evitar usar los apósitos descartables, hechos de fibra de celulosa y polipropileno o polietileno, dejamos de acumular dioxina de forma indirecta. Además, dejamos de preocuparnos por algunos efectos adversos asociados a los tampones como ser el síndrome del shock tóxico (SST), o bien por el hecho de que alteran nuestro organismo al absorver no sólo la sangre, sino también el flujo y su flora vaginal. En algunos casos, hasta sueltan fibras. El beneficio para el equilibrio ecológico es obvio: cada copa puede durar hasta diez años y las toallas de tela pueden durar hasta cinco años, cortando el ciclo de «comprar y tirar».

Además de colaborar a ensuciar menos, las copas y las toallas de tela nos permiten reconectarnos con nuestro ciclo natural y revalorizarlo. La menstruación es algo maravilloso que nos constituye, no hay que creer que sólo trae trastornos y nos malhumora (como algunas publicidades nos venden) y que hay que hacer como si no existiera porque nos avergüenza. Volver a lo natural es volver a una misma.


Podés conseguirlas en:

Tus Flores de Cayena 

Tu ciclo al natural