Consumo responsable: que los objetos no te consuman

La obsolenscencia programada es una forma que inventaron las grandes empresas para garantizarse que la rueda del consumo nunca pare. Significa que desde el proceso de producción hay una intencionalidad de quienes diseñan los productos de que estos tengan una vida útil determinada, al cabo de la cual, no valga reparación, cambio de repuesto, ni enmienda posible y la única salida posible para el consumidor sea comprar algo nuevo.

Bada Bing

La primera industria que se dio cuenta de la potencialidad de hacer productos que caducaran al alcanzar cierto período de tiempo fue la de las bombitas de luz. Por ello, se tomó la decisión de que todos fabriquen lámparas que duraran la misma cantidad de horas.

Las marcas de medias de nylon para las mujeres también encontraron que hacerlas resistentes provocaba que las ventas no se incrementaran y decidieron adherir a la obsolescencia programada. La idea se propagó a tal punto que el mercado sólo ofrece productos de corta vida útil.

El sistema económico funciona gracias a la ingeniería que despliegan la publicidad, la obsolescencia programada y el crédito. Ésta es la maquinaria que hace que la economía no se estanque. El problema se plantea cuando no existe una política adecuada que permita reciclar o reutilizar aquellos productos que son desechados, y estos simplemente se acumulan en vertederos o son enviados a países del Tercer Mundo que son usados como basureros.

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