Estuve de vacaciones en la Costa Atlántica y un día decidimos ir a conocer Mar de las Pampas, un pequeño pueblo costero a 4 km de Villa Gesell. Se gestó como centro turístico y buscó distinguirse del resto por mantener su esencia de bosque junto al mar, de dunas y pinos, de casitas de madera escondidas en medio de la arboleda.
Foto: Santiago Callone
Poblado veraniego que adhiere al movimiento slow, aquel que se opone a vivir apurado sin razón, a comer comidas sin sabor y hacer todo en el menor tiempo posible, esa clase de conductas que la ciudad suele inculcarnos en detrimento del propio placer de vivir la vida.
No todo son rosas en Mar de las Pampas, porque en los últimos diez años el crecimiento vino de la mano de un boom inmobiliario que multiplicó viviendas y restó tranquilidad. Sin embargo, la prevalencia de la naturaleza sigue siendo el placer de quienes descansan aquí, caminando sus callecitas de arena y escuchando el canto de los pájaros.
Tal vez por vivir más en contacto con el reino natural, Mar de las Pampas era un escenario propicio para que se crease la biblioteca Charles Bukowski, cuyas paredes dieron nueva vida a viejos envases de gaseosas.
Para mi sorpresa, la encontré en lo alto del Paseo Aldea Hippie, una galería hermosa donde los artesanos ofrecen su arte en locales de arquitectura respetuosa de la naturaleza y del feng shui. La Biblioteca tiene paredes hechas de plástico y alberga 45oo libros. Está abierta de 17 a 22 horas.
Fueron los responsables de la Casa Ecológica de Iguazú quienes les brindaron los conocimientos técnicos a los constructores de la Biblioteca para que este reducto literario y ecológico fuera posible. Tanto les gustó la experiencia que en la Biblioteca, a su vez, se brindan talleres gratuitos de construcción con botellas.
La idea es poner los libros al alcance de todos, por lo cual tienen su unidad ambulante de cultura que llevan en un camión furgón Ford del año 1934.
Dejando una seña podés llevarte el título que más te guste para leer en la playa o un día de lluvia. Cuando terminás de leerlo, llevás el libro y te devuelven la seña. Me pareció una hermosa combinación: cultura y ecología, ¿no?
Todas las fotos son de: Aldea Hippie
Me encantó! Una combinación de cuidado medioambiental y promoción de la lectura. Así es como deben pensarse hoy las bibliotecas. Adecuarse al entorno en el que viven y sirven a la comunidad, fomentando además la cultura del reciclado. ¡Perfecto!
Concuerdo 100%, Pao! me alegro que te guste como a mi! 😀
Me sumo al comentario de Paola, que más decir, genial..!
Hola, quería saber si saben de algún taller en la zona norte de gran buenos aires, sobre construcción con botellas.
Mil gracias!
gracias por informar !!!!!!!!!!!!!!
qué buen emprendimiento!!!
es maravilloso ,reciclar y encima un lugar para todos felicidades
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ojala sean imitados
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