Es una gran noticia: el concepto de sustentabilidad ha llegado a la construcción de casas. Significa que desde los materiales para construir las paredes hasta los recursos para hacerlas funcionar todo está pensado para que el efecto negativo sobre el medioambiente sea casi nulo. Éstas formas de construcción ecológica tienen que ver con un trabajo con la tierra similar a una colaboración mutua, recuperando recursos, usando lo que la naturaleza nos provee.
Las casas sostenibles buscan adaptarse a su entorno, fusionarse en él y vivir en armonía. Son una vuelta de tuerca que nos pone a pensar si la forma de habitar en las grandes ciudades es la mejor posible, si el paisaje de rascacielos, antenas, y hormigón no es una forma de violentar nuestro entorno. En tiempos en que la saturación de las ciudades las lleva al borde del colapso (calles intransitables para autos y peatones, genaración de más basura de la que se puede procesar, polución sonora y smog, entre tantos otros problemas) las alternativas verdes se multiplican. Aquí les contamos algunas.
Casa con botellas: solidaridad reciclada
Ingrid Vaca Diez nació en Warnes, Bolivia, es abogada, administradora de empresas y auditora. Su padre fue intendente de esta ciudad y ella quiso seguir su trabajo ayudando al prójimo. Así ideó el proyecto Viviendas Ecocasas Sociales de Botellas para ayudar a las personas sin techo de su país a tener un hogar digno a bajo costo. Ingrid logró unir dos propósitos nobles en su proyecto ya que construye las paredes con botellas plásticas rellenadas.
Su proyecto es tan revolucionario que trascendió fronteras: ha llegado a Argentina y a Uruguay, donde Ingrid vino a enseñar su técnica y a transmitir su experiencia a otras organizaciones para que la buena obra se multiplique. Por ejemplo, en Uruguay la posta la tomó una ONG que es un grupo multidisciplinario de profesionales y estudiantes de distintas disciplinas llamado Organización Multidisciplinaria para la Integración Social.
Según cuenta su coordinadora la Lic. Patricia Pereira Machado en su página, Casa de Botellas Uruguay permite «A través del trabajo conjunto con las familias se logra involucrar a las mismas en el compromiso y esfuerzo de construir su casa de botellas desde un primer momento. Además, se promueve la capacitación de la familia sobre esta técnica constructiva, pudiéndola trasmitir solidariamente a otras personas que se encuentren en situaciones de vulnerabilidad, generando así redes sociales solidarias». El mediambiente agradecido: se re-utilizan los desechos plásticos y se promueve la clasificación de residuos.
En Junín, en la zona noroeste de la Provincia de Buenos Aires, se está decidiendo si se construye el primer edificio ecológico de esa región. El proyecto es promocionado por la empresa constructora Edellweis y si bien el transfondo del mismo es más un negocio inmobiliario para quedarse con terrenos de gran valor en el centro de la cuidad, sirve de ejemplo de cómo la construcción de unidades habitacionales ecológicas se está haciendo moneda corriente.
El edificio sería un complejo de 200 departamentos pero la administración sustentable de los recursos haría que el impacto sobre el ambiente representara como si sólo se construyeran 50. Es que el proyecto incluye una planta depuradora interna de líquidos cloacales, se abastecería con energía solar y eólica y el sistema de iluminación sería con leds -para reducir el consumo promedio-.
Tendría un reservorio para acumular agua de lluvia para ser utilizada para limpieza y riego y la red de gas se manejaría con un sistema electrónico que haría que el agua caliente que se consume siempre esté a 60 grados y no a 75 grados, como en cualquier casa, factor que disminuye sensiblemente el consumo.
Por su parte, en Maswichitz, Escobar, existe un proyecto de casas flotantes ecológicas que son el mejor ejemplo de cómo adaptarse a un ecosistema sin agredirlo. Se llama Econaútico Hipocampo , es un barrio con casas flotantes ya que la zona donde se creó es un humedal. Las casas tienen terrazas verdes donde tener la huerta propia, un sistema que toma el agua del arroyo en donde flota y la vuelve potable, trata sus propios efluentes y genera su propia energía. Un proyecto de ensueños para muchos con un extra de comodidades.
Otra forma ecológica de pensar el hogar: poniendo manos en la tierra y aprovechando todos los recursos que la Pacha Mama nos da. Así se creó el grupo Bioconstruyendo en El Bolsón, Provincia de Rio Negro, que une a autoconstructores, vecinos, profesionales, permacultores y la comunidad quienes pueden «celebrar construyendo con la Tierra y no en contra de ella», según sus propias palabras.
Los organizadores de estas jornadas que se dan anualmente creen que construir con tierra, la bioconstrucción, es la solución a la problemática mundial de la vivienda. Esta iniciativa ha sido aprobada por el Municipio de El Bolsón. Este año el evento se hizo en la Comunidad del Valle Pintado, una chacra de 10has al borde de la cordillera y el Rio Azul, distante 7 Km del centro de El Bolsón.
Coordinado por un equipo internacional compuesto por un arquitecto naval, el dueño de una chacra, un ingeniero civil, una especialista en cúpula geodésica, una música y alquimista, la fundadora de AsheVille Institute y un arquitecto que enseñaron a los asistentes sobre diversos sistemas sustentables:
- cortinas de viento,
- construcciones naturales,
- aprovechamiento solar,
- baños secos, reciclado,
- huerta y espacio de reserva natural y pequeña granja productiva, trabajo con plantas nativas medicinales, elaboración de conservas.
Estas son sólo algunas iniciativas que proponen construir respetando el entorno. Sin dudas es una tendencia que seguirá creciendo.
Alternativa Verde 
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